Su edificio más famoso es la torre inclinada que, en realidad, es el campanario de la catedral. En su visita a la plaza de los Milagros podrá conocer estos dos edificios junto al baptisterio. Para los curiosos, está permitido subir a la torre, pero suele haber mucha espera y se debe comprar una entrada. En el lugar, además, hay múltiples puestos vendiendo artesanías, cosas típicas del país y otros artículos.